lunes, 25 de febrero de 2008

A vuelapluma

No sé si comentaré el debate en detalle, no creo. Así, en directo, y fijándome en lo que a mí me ha importado en esta legislatura, constato que a Rajoy se le escapa un argumento fácil. Nadie, dice ZP, nadie jamás en democracia ha dejado de apoyar al gobierno en materia antiterrorista. Habría bastado tomar el diario de sesiones del Parlamento vasco y citar cualquier discurso de portavoces socialistas como Fernando Buesa, oponiéndose ferozmente (y con santa razón) a la asquerosa política del gobierno vasco sobre ETA. Claro que hay que oponerse, coño, cuando lo que hace el gobierno no es aceptable.

Pues nada, no lo ha dicho. Sí que ha caracterizado la negociación como específicamente política (que durante la legislatura no lo han dejado claro, vete a saber por qué), pero por desgracia no ha especificado qué es exactamente negociar políticamente y por qué no se puede aceptar. En fin.

Y en general, a la acusación de crear discordia le debería contestar que sí, que cuando no se está de acuerdo hay discordia, y fijar las diferentes posiciones. Digo yo.

Miniconclusión. Al presidente le bastaba con empatar, y perder desde luego no ha perdido.

3 comentarios:

Brian dijo...

Si en algún momento el “llamado” proceso de paz, y todo el ruido que lo envolvió, pudo ser motivo de controversia, el tiempo ha dejado las cosas claras: la ruptura de la tregua por parte de ETA, y el devenir de los acontecimientos desde entonces, ha demostrado, para todo aquel que no esté cegado por el partidismo, que el Gobierno no cedió ante los terroristas ni hizo dejación de sus responsabilidades.

Ignacio dijo...

Pues debo estar afectado de esa ceguera que usted dice, si bien debe ser parcial cuando no me priva de ver los errores del PP en otros asuntos.

¿No cedió ante ETA? Aceptó desde el primer día el método de la mesa de partidos, de las mesas paralelas. Es la cesión básica, la que nunca se debió hacer, la que acepta el planteamiento de ETA de que hay un conflicto político que causa la violencia, la que otorga legitimidad de interlocutores políticos a los asesinos. Y lo que es peor, no ha rectificado. La marcha de las negociaciones depende de ETA, no de este gobierno, que dice que lo volverá a intentar si se dan las mismas condiciones.

¿Tan difícil es de entender que hay dos planteamientos radicalmente distintos? Y una vez identificados, ¿cómo se defiende el del gobierno, con qué argumentos? ¿le parece legítima la mesa de partidos, cree que es lícito cambiar el marco político a instancias delos terroristas y como pago a su abandono de las armas?

Brian dijo...

Mi irreconciliable amigo:

Ya nos atascamos en su día en este punto y, lo admito, es mi culpa, no debí entrar en un terreno en el nunca llegaremos a un acuerdo.

Para mí vale el resultado final: ni recrimino a Aznar que negociara con el MLN de Vasconia ni a Zapatero que hiciera cualesquiera cesiones en el planteamiento de las mesas, siempre y cuando con estos movimientos tácticos no hipotecaran al Estado. Ninguno de los dos lo hizo.