Vale, definitivamente no van a juzgar (no es que fuera muy probable) a Patxi por reunirse con ETA hace un año. Y está bien que así sea, menudo marrón si no.
Pero, ¿no habrá nadie que le pregunte cómo fue que se le ocurrió hacerlo, si cree que hizo bien, si volvería a hacerlo o, ya puestos, cómo es que no lo está haciendo? Estoy seguro de que tiene una explicación estupenda para todo ello, y es una pena que la proverbial deferencia del periodismo español nos prive de escucharla.
2 comentarios:
Hola, Ignacio. Todo es parte de un juego, de un gran juego de ajedrez, donde cada una de las piezas (incluyendo a los jueces, of course) no hacen su juego, sino el juego de su cuadrilla. Ninguna de las piezas tiene una opinión propia sobre la jugada que hace, sino que cumple con el papel que el Jefe le ha asignado.
¿No te parece que los juicios en que los procesados fueran políticos deberían ser, todos ellos, con jurado popular? A mí, en general, la institución no me gusta, pero para casos como éste estaría totalmente justificada.
A mí ese posible juicio me preocupaba poco. Siendo mínimamente realistas no cabía ninguna duda sobre el archivo, y no puedo decir que esté en desacuerdo. La ley es la ley, sí, pero a mí lo que hizo Patxi, siendo gravísimo, no me parece un delito sino algo más grave, un error mayúsculo.
Y lo que sí me preocupa -hasta la obsesión, dirán algunos- es que ese inmenso error que fue negociar políticamente con terroristas, rectificado de facto con la adopción de una política diametralmente opuesta, no lo han reconocido expresamente ni Patxi López ni Zapatero. Y era muy necesario ese reconocimiento de error, no sólo, que también, por un mínimo sentido del pudor, sino sobre todo por pedagogía, para dejar las cosas claras.
Y para saber dónde está cada uno. Porque escuchando el argumentario socialista según el cual la culpa de la ruptura es de ETA, la pregunta fundamental es: ¿retomarán la negociación política cuando ETA vuelva a llamar? Y si la respuesta es no, ¿por qué?
Resulta cuando menos llamativo que nadie haga esas preguntas. Entiendo que el PP no quiera menear el frágil pacto, pero coño, para eso está la prensa. O el niño de UPyD que hemos colocado en Vitoria.
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