viernes, 2 de octubre de 2009

Como en casa

Este tajante, demoledor, irrefutable artículo de David Brooks se le puede aplicar perfectamente al fenómeno de simbiosis (en declive, deo gratias) entre el PP y la radio lunática.

4 comentarios:

Gonzalo Martín dijo...

Esto... usted insinúa que Federico el Grande pudiera padecer el mismo síndrome. Qué osadía. ¿Y si empieza a recibir llamadas de protesta? (llámelo mails de lectores indignados y sobrecogidos)

Ignacio dijo...

Es un problema de percepción, de números abarcables e inabarcables. Uno se lee los doscientos comentarios a una noticia en Público y se queda un mes sin salir de casa, pensando que los gilipollas han tomado el país.

Pero son doscientos contra veinte millones de normales que no escriben comentarios en Público. No se puede exptrapolar, es una muestra muy muy sesgada, no sólo en ideología sino sobre todo en gilipollez. Pero es muy difícil que nuestra cabeza no extrapole, nos pesan más esos doscientos exabruptos que el multitudinario, razonable silencio.

Ignacio dijo...

Por otro lado, creo que Fedeguico es un listo que supo de Limbaugh cuando casi ninguno de nosotros lo conocía y decidió que ese chiringuito lo montaba él.

Pero mola más Rush, dónde va a parar: tropecientos divorcios, adicto a todo, multimillonario. Un personaje larger than life del que se hará algún día una buena película.

Gonzalo Martín dijo...

Total, me dicen que Fede gasta menos que un ciego en novelas. No por rata, que no, es que simplemente no tiene gustos caros.