Me regañan con razón por no escribir. Indago en las causas de esta ya preocupante sequía y encuentro una razón o excusa: soy incapaz de rematar nada. Siguiendo mi costumbre de eludir al enemigo mejor que vencerlo, se me ha ocurrido ponerme a escribir arranques de relatos sin pretensión de continuidad, como gimnasia si se quiere, aunque con la vaga esperanza de que valgan algo por sí mismos. A ver lo que da de sí esta idea.
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4 comentarios:
A ti lo que de verdad te hace falta es pasar una guerra.
(...)
Como hoy no parece probable que vayas a pasarla (...), no me queda más remedio que comprometerme a colgar algo cada vez que tú lo hagas. Si uno, uno. Si dos, dos. Y a ver quién la tiene más larga.
"...colgar algo cada vez que tú lo hagas"
Pues vamos a parecer una tienda de ultramarinos, con su cortina de jamones suspendidos, cada uno con su sombrerito chino boca abajo.
¿Te preocupa más eso, que el que se termine sabiendo quién de los dos la tiene más larga?
:-)
Inquietante.
Por si no ha quedado claro si recogía el guante, es que sí. Humo me van a echar los dedos ;-)
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