lunes, 11 de enero de 2010

De vuelta

Se acabó el paseo por ahora.Les dejo un bonito atardecer.

viernes, 8 de enero de 2010

A petición


¿Te vale il Corpo di Marina, Rosa?
Y en cuanto al transporte de muebles, he visto esto:

Más venecianos



Antivespasiani

Si no fuera por Tiziano Scarpa los habría pasado por alto:

En algunos ángulos apartados puedes reparar en misteriosas protuberancias en piedra, en ladrillo visto o enfoscado, o incluso en hierro forjado. Comencemos por describirlas. Posición: se encuentran en los recodos de las calles, entre los muros que forman ángulo recto; pero hay una incluso en lo alto de un puente, sobre el Campiello de San Rocco, en hierro forjado. Altura: poco más de un metro. Forma: las de piedra se parecen a un tejado a dos aguas, las de ladrillo a un cuarto de cúpula enana, abombada, a una rodaja gigante de foccacia, un buen trozo de pannetone. Las que son de hierro tienen bultos panzudos y puntas de lanza amenazadoras. ¿Para qué sirven? Disuaden a los humanos de hacer pipí. El metal puntiagudo se comenta solo. El funcionamiento de los mecanismos de tejado y cúpula, sin embargo, es más ingenioso: están proyectados para hacer rebotar el chorro sobre el maleducado de turno, y sobre todo para revertirle a los pies sus propios arroyuelos de pipí.



martes, 5 de enero de 2010

El paseante, en Venecia

Aprovecho una conexión pirateada que va y viene para mandar un saludo desde la Serenísima. Tal como le decía a Don Sartine en la entrevista que enlacé ahí abajo, tenía yo un picor con Venecia y aquí me he venido, a pasearla y fotografiarla y cuadernarla. Ya sé que es como echar agua al mar, pero el gusto para mí se queda.

Tenía la intención de ir colgando apuntes diariamente aquí en el blog, pero ya saben, de buenas intenciones están empedradas las calles de esta ciudad. Les diré que me estoy dedicando, además de a ver palacios e iglesias de la manera sistemática y disciplinada que me distingue, a perseguir a la fauna local con afán de entomólogo. El veneciano es una criatura furtiva y desconfiada, pero gracias al nuevo objetivo que me han traído anticipadamente los reyes he podido captarlo en su hábitat natural. Les dejo algunas muestras, y mañana o pasado, si son buenos y comentan (y si la conexión lo permite) les pondré algo de las piedras venerables que cantó Ruskin.



miércoles, 16 de diciembre de 2009

El paseante, en la calle


Nueva actualización 26 de diciembre:

El pasado día 15 presenté oficialmente el primer tomo de la que espero sea una larga lista de Cuadernos del Paseante Invisible, el dedicado a la India. Es un proyecto que llevaba arrastrándose demasiado tiempo, en espera de un patrocinio que no terminaba de concretarse hasta que, haciendo honor al credo liberal que digo profesar, me decidí a asumir el riesgo empresarial y autoeditarme.

El libro está disponible ahora mismo en Málaga (Mapas y Cia, c/Compañía, 33) y en Librería Áncora (Pza. Uncibay) ; en Madrid (De Viaje, c/Serrano, 41), en Barcelona (Altaïr, c/ Gran Via, 616, entre Balmes y Rambla de Catalunya) y en Sevilla, en la Cooperativa de Arquitectos (Pza. del Cristo de Burgos, 35 y en Librería de Ultramar (c/ Zaragoza, 38). También se puede encargar por Amazon, aunque en ese caso el precio varía: la calidad de impresión es la misma.

Mis lectores más antiguos conocerán el material, recogido en el blog del Paseante y en este mismo. Dejando aparte el aspecto literario, la opinión generalizada es que el libro ha quedado muy bien, lo bastante manejable para llevarlo de viaje pero con hechuras de objeto de regalo.

El problema de una iniciativa de este tipo es la difusión, el tratar de no desaparecer entre el mar de publicaciones, el darse a conocer. Dicho de otra forma: toda propaganda que se me haga será bienvenida, toda sugerencia escuchada.

Ha salido una entrevista, cortesía de Don Juan Granados, en Periodista Digital. Y aquí hay otra, grabada en directo en un programa de radio de la COPE Barcelona, "Viajar es un placer" (a partir del minuto 38).