jueves, 28 de agosto de 2008

Una apasionada defensa

De los toros. Por un francés, Francis Wolf, en una tercera de ABC que nos recuerda por qué nos gusta el ABC. Con una frase digna de Ferlosio:

¡Es cierto que el toro no quiere combatir, pero no porque sea contrario a su naturaleza el combatir sino porque es contrario a su naturaleza el querer!

6 comentarios:

Vailima dijo...

Esto me recuerda a "¿qué necesita un psicólogo para cambiar una bombilla?"

pues lo mismo,

que la bombilla quiera.

un saludo

ps el francés se ha quedado sólo y haciendo el paseillo

Pablo J. Vayón dijo...

Los mismos argumentos ajados y los mismos tópicos de siempre, sean franceses, catalanes o de Puerto Real. ¿No se cansan? Pero te lo dice alguien que quiere ser moderno y no tiene ningún interés en ser contemporáneo.

Ignacio dijo...

Lejos de mi intención reabrir tan añeja polémica. Diré que no me gusta mucho la argumentación del francés (salvo la redonda frase que he traído). Me huele demasiado al infumable Virilio. La adscripción de los toros al mundo postmoderno me parece un disparate: la fiesta se opone a la modernidad (y al clasicismo) a fuer de arcaica.

Mi defensa favorita de los toros la hizo Boadella frente a Mosterín (y mi ataque favorito a los toros lo formuló Mosterín frente a Boadella).

vailima: me voy a hacerle una precisión pedantilla a su blog ;-)

Ignacio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ignacio dijo...

O sea, que se me ha quedado sin decir. Que lo que mola del francés es que ha llegado a los toros, no se los ha encontrado como un hecho.

Es decir, que no hace falta ser un ignorante ni un tarado moral para acercarse a la fiesta en edad adulta y que te guste.

Pablo J. Vayón dijo...

Sí, lo de los toros como la fiesta posmoderna de la biodiversidad es de traca...

Y hombre, adulto, adulto... un puer de 18 años enardecido...