jueves, 29 de julio de 2010

Recordatorio

(O, por qué no, hilo suelto dejado aquí para quien sepa tirar de él)
Pensar, en estos tiempos de adolescente y encarnizadamente recordar hasta que salte la sangre, en la generosidad del olvido voluntario o, por otro lado, en la elegancia imperial de hacer a un lado la propia biografía. Como los dos más buenos, si no los mejores, de entre nuestros maestros: un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, mi historia algunos casos que recordar no quiero.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosista, elaborado, limado, decantado y pulido hasta el artificio. Artificial, en una palabra.

Francisco Sianes dijo...

Ignacio,

Tiene usted esto de lo más abandonado... Espero que sea receso y no deceso.

Un cordial saludo.

E. G-Máiquez dijo...

Maravillosa entrada, para memorizar.